sábado, 30 de julio de 2011

LA DIFERENCIA.

Existe una foto de entre tantas terribles de la II Guerra Mundial. En ella aparece un macabro alfombrado de mujeres judías desnudas boca abajo en un descampado mientras un soldado nazi les da el ‘’tiro de gracia’’ a cada una de ellas. He visto muchas fotos absolutamente espantosas de ese periodo histórico pero he de confesar que con esa tuve hasta pesadillas. Me impactó en la foto sobre todo el terrible símbolo de un uniformado violando literalmente la vida de cientos de mujeres; además de que casi con seguridad fueran violadas sexualmente con anterioridad. Al leer que el asesino de Noruega era además de un paranoico un misógino enfermizo, y como todo ultraderechista una personalidad autoritaria como lo describe el filósofo Adorno, no pude dejar de relacionar aquella foto con la masacre de la isla de Uta. Y recordé además como cierta visión del mundo es aniquiladora y cierta otra creativa y  no pueden lógicamente entenderse. La tesis del amo y del esclavo hegeliana es perfectamente comprensible si hablamos de género: los dominantes pasivos ejercen miedo y amenazan de muerte para mantenerse en su posición privilegiada y los dominados son los únicos activos y creativos ejerciendo su ‘’poder’’ de manera no coercitiva pues no tienen otra. Las mujeres si son vistas como las creadoras y conservadoras de la cultura además de las protectoras de la prole son vistas también a través de este prisma. Una de las cosas que más escandalizaba del manifiesto comunista en el siglo XIX era aquello del ‘’comunismo de las mujeres’’. Y Noruega es precisamente uno de los países donde las mujeres han alcanzado los niveles de igualdad mayores del mundo, y de igualdad en general con la menor población reclusa y de criminalidad. El auge actual de la llamada violencia de género también allí, no es nueva sólo porque se produzca, siempre la ha habido, es nueva en la medida que ahora en algunos lugares se castiga y muy severamente. El ‘poder’ femenino se ve como amenaza frente al ‘poder’ masculino, o más bien las distintas visiones de poder que como nos mostró Foucault se haya en todas partes. ¿Pero cuál es la diferencia más importante de estos dos ‘poderes’? Mientras que uno es el de la imposición el otro es el de la, comprensión, mientras que uno es el de la violencia el otro es el de la democracia, mientras que uno es el de la violación el otro es el de la seducción, mientras uno es la muerte, el otro es la vida. Más allá de que esas visiones de género sean únicamente biológicas pues van más allá de eso, no por ello como todo dejan de tener sus claroscuros; la visión 'femenina' del poder peca a veces de ingenuidad y falta de coherencia, pero no por ello no es una idea de supervivencia frente a la de aniquilación, una idea de adaptación más que de dominio. Esa ingenuidad la podemos ver en el famoso multiculturalismo que parece no querer entender que aunque todas las culturas deban de ser respetadas no les obliga por ello a que respeten a las diferentes a ellas, algo muy utilizado por la ultraderecha e incluso la derecha no tan ultra como argumento de crítica. Algunas de esas culturas irrespetuosas también lo son patriarcales muy potentes donde en muchos casos las mujeres son equivalentes a ganado. Ciertamente también en esas culturas hay esfuerzos por alcanzar niveles de igualdad de género y sociales en general, pero el trabajo para lograrlo es mucho mayor y arriesgado. De igual forma que la testosterona produce actitudes violentas y destructoras, los estrógenos producen celulítis, es decir, ablandamiento de los tejidos internos. Y ese ablandamiento (siempre hablando en tono metafórico), al debilitarlos, hace que los patógenos externos actúen con más facilidad. En el caso que hablamos son todos aquellos que intentan devolvernos a la Edad Media (sociedades y culturas muy autoritarias y machistas), llámese fascistas de todo tipo, nacionalistas, mafiosos, o culturas religiosas medievalistas y totalitarias. Todo ello sin desearlo, pues tampoco la persona celulítica desea enfermar. No obstante utilizando de nuevo la terminología hegeliana, la síntesis entre las dos visiones es inevitable aunque como siempre con reticencias a veces monstruosas.

viernes, 15 de julio de 2011

Arvo Pärt

Arvo Part es un compositor estonio que aunque contemporáneo no es por ello, como suele ser típico en la música clásica actual, excesivo en formas y vacío de emocionalidades. Al contrario algunas de sus composiciones son muy emocionales como por ejemplo esta de ''El espejo en el espejo'', Muy bella además. 
http://es.wikipedia.org/wiki/Arvo_P%C3%A4rt
http://youtu.be/rxI87CF0XT8

martes, 12 de julio de 2011

GANA QUIEN SABE JUGAR A AJEDREZ,

 El ajedrez, para que el que no conozca el juego, se desarrolla un espacio limitado lleno de posibilidades; esa especie de paradoja lo vuelve muy interesante. Se mezcla también lo intuitivo con lo racional nunca en dosis calculables tanto una cosa como la otra sólo si se juega con un oponente humano. Las reglas son muy concretas y estables, pero esa estabilidad normativa no impide en cambio que sea un juego de lo más imprevisible. Lo cual no implica que el conocimiento de posibilidades no te ayude a ganar el juego y también la capacidad de prever las jugadas del adversario. El modelo social llamado capitalista juega muy bien al ajedrez en ese sentido por eso sobrevive. Cambia tanto como puede para seguir siendo el mismo, y sobre todo para ganar la partida. 

viernes, 4 de marzo de 2011

Nuevos apocalípticos e integrados.

Conocemos aquellos conceptos manejados por Umberto Eco en un libro de recomendable lectura de 1965 titulado ‘’Apocalípticos e Integrados’’. Conceptos estos que tienen que ver, entre otras cosas, con las distintas visiones con respecto a la cultura de masas y los mass media. Utilizando esos mismos conceptos sería posible redefinirlos en la actualidad pues ya los llamados por Eco ‘’apocalípticos’’ no son enemigos de las nuevas tecnologías; en el mundo global y altamente tecnificado parece no quedar ya enemigos de la tecnología. Los ‘’ apocalípticos’’ empleando no ya el concepto a la manera de Eco sino puramente semántica serían aquellos que utilizando los mass media y las tecnologías punteras difunden un mensaje supuestamente ‘revelador’(la etimología de Apocalipsis griega va por ahí) que ve conspiraciones en todas partes y planes ocultos de dominación secreta y mundial (nada nuevo), y los integrados pero tampoco como los entiende Eco, sino como los que transmiten discursos de aceptación de los modelos sociales o políticos demasiado poco o nada transformadores. Entre unos y otros, que son la mayoría, se echa en falta un espacio de debate transformador pero no sectario, sin argumentos apriorísticos y sin discursos preconstruidos que se intentan adaptar a la fuerza con calzo ideológico a la realidad para supuestamente entenderla. Referencias veraces y contrastables que no caigan en tópicos de defensas o ataques partidistas. Sabemos lo que nos vamos a encontrar en tal o cual publicación virtual (aunque también en las otras cada vez más desplazadas). Y como si de equipos de futbol se tratara se ‘’toman posiciones’’ de apoyo o repulsa. La izquierda y la derecha política se anda confundiendo con eso desde hace tiempo en los medios, cuando lo único que vemos ‘grosso modo’ es o una aceptación del modelo o una sospecha inútil por poco definida y fantasiosa. Nada queda claro entonces, pero por algo la poca claridad conceptual era ya la estrella del pensamiento dominante occidental desde hace decenios, la llamada ‘posmodernidad’. Curiosamente los nuevos apocalípticos resentidos con occidente siguen simpatizando con viejas teorías posmodernas del llamado pensamiento débil aunque pretendan crear paradójicamente pensamientos supuestamente ‘fuertes’. Los ‘integrados’, desde el significado antes mencionado de aceptadores o más bien justificadores, también simpatizan con autores llamados posmodernos aunque escogen a los más cercanos a sus posturas como hacen los otros. Lo cual no es de extrañar pues todos son un producto de ese pensamiento autodefinido como débil que por el hecho de ser el dominante no tiene nada de débil. La modernidad es o ha sido una idea de renovación, de transformación consciente, pero al alcanzarse la supuesta superación de la modernidad (como lo entienden los llamados posmodernos) parece que deba conformarse con la ‘’hermenéutica’’ (la interpretación) donde prima el vale todo que es otra forma de decir que nada vale. Así que la renovación, la transformación queda sólo en lo aparente, en lo visible. La angustia existencial que según Lipovetsky fomenta la obsesión exacerbada con el cambio de la modernidad no es producto de la modernidad sino de las teorías posmodernas que el mismo ha creado. El proyecto moderno nunca fue desarrollado ampliamente y en todas sus posibilidades como para hablarse de ‘’superación’’ y estadio ‘post’ siendo éste el mayor engaño posmoderno; en algunos países ni siquiera se llegó a la modernidad, o bien de forma importada sin generarlo por sí mismo. Los acontecimientos recientes que vivimos en países árabes parecen ser una búsqueda de modernidad y no de posmodernidad siempre que los medievalistas fundamentalistas no se aprovechen de las nuevas coyunturas. Y tampoco el proyecto frustrado de la modernidad pero no por ello sin valor y posibilidad de reconstrucción admite a esos ‘’apocalípticos’’ e ‘’integrados’’; es un pensamiento superador de esas clases de visiones del mundo o de desesperados y resentidos catastrofistas, o de aceptadores del statu quo sin capacidad critica que no sea la de justificarse y justificar como norma.