miércoles, 28 de febrero de 2007

LOS CÁTAROS.

Tengo un amigo que sin saberlo es Cátaro. Les explico. Los Cátaros fueron una secta cristiana (que por lo numerosa que fue quizá es incorrecto llamarla 'secta'), que se mantuvo hasta la ya bien entrada Edad Media sobre todo en Francia. Fue tan importante que incluso algunos reyes la siguieron; también se hacían llamar Albiganenses. Sus principios religiosos se basaban en la de los llamados grupos gnósticos (del griego 'gnosis', conocimiento) que fueron numerosos en el cristianismo pero también antes de éste; lo que hicieron fue introducir el cristianismo en su especial filosofía. Habían grupos gnósticos de todo tipo. El más conocido fue el de los maniqueos. Dicha secta se llamaba así por su fundador, un tal Mani. La palabra 'maniqueo' se sigue utilizando para definir todo aquello que es extremo en sus apreciaciones. Y ello se debe a que todos los gnósticos, incluidos los Cátaros (hay un excelente libro de Hans Jonas sobre los gnósticos), tienen una especial concepción del mundo: para ellos el Bien y el Mal están en perpetua lucha. Pero como el mundo está hecho según ellos por un Dios imperfecto al que algunos llamaban 'Demiurgo' como Platón porque también ha hecho un mundo imperfecto, el verdadero Dios, el bueno, está fuera de este mundo. Y para llegar a él sólo es posible a través del conocimento (gnosis). Pero no cualquier 'conocimiento'. Debe ser un concocimiento que se aplique al rechazo del mundo material. Para los Cátaros por ejemplo, los que alcanzaban un nivel mayor de desconexión del mundo, ascetismo físico en todos los sentidos incluido el sexual, eran llamados 'los perfectos'. Hasta tal punto que consideraban las relaciones homosexuales también más perfectas, aunque era más perfecto aún no mantenerlas.  En aquel entonces lo llamaban sodomía y para otros cristianos era considerado un pecado horrendo. Sin embargo para ellos no, pues la reproducción era casi pecaminosa pues 'trae más almas a este mundo material horrendo creado por un Dios demonio'. Pero hay algunas cosas que identifican y diferencian a los Cátaros de otros grupos gnósticos. Por ejemplo, que consideraban el Dios del Antiguo Testamento, es decir al judío, como ese Dios imperfecto, y el del Nuevo, sobre todo el del evangelio según San Juan (el más inmaterial y 'espiritual', ...Primero fue el verbo -logos- y luego fue Dios... comienza el evangelio de Juan), el verdadero. Ello les llevaba lógicamente entre otras cosas a ser en extremo judeofóbicos. El Dios hebreo (Antiguo testamento), era para ellos un Dios demasiado humano, vengativo, violento, caprichoso, mientras que el otro que 'no era de este mundo', aunque fuese humano, es el del amor perfecto y el de la perfección que por supuesto no se encuentra en este mundo. Sin duda esa es una de las razones fundamentales por las que jamás hubieron sectas gnósticas emparentadas de alguna manera con el judaísmo, a pesar de que el judaísmo sí tuvo gran cantidad de sectas antes y después del cristianismo. En el judaísmo Dios está en el mundo, es el mundo, y exige participar en la creación mediante la obra y el cumplimiento de la Ley. Una creación siempre inconclusa. Ese 'estar en el mundo' supone aceptar el error, aceptar la diferencia, aceptar la imperfectibilidad incluido del concepto Dios. La palabra Dios no se nombra. Un judío ortodoxo escribirá siempre D'os, o donde se lee Yaveh dirá Adonai que significa 'mi señor' u otra palabra que lo supla porque la palabra que lo define intenta como cualquier palabra definir por completo ese concepto que es, o más bien debe ser, un concepto inabarcable, indefinible. Y el Talmud, libro religioso judío dicta 'ninguna palabra cae en el vacío'. Mientras que los cátaros y el resto de los gnósticos buscaban la perfección fuera de este mundo porque no aceptan su imperfección, y mucho menos la imperfección de un Dios único. Otra de las consecuencias de esa idea Cátara y Gnóstica es la irresponsabilidad. Cualquier acto humano no es del todo reprobable. El ser humano no es dueño de sus actos del todo pues pertenece a esa naturaleza 'malvada' que está en él de nacimiento. Algo así como lo que se lleva ahora de decir que 'hay comportamientos malos en el hombre por su naturaleza ... o buenos'. No obstante , el cristianismo oficial repudió y reprimió a los Gnósticos, y entre ellos a los Cátaros, pero como siempre no por ello no dejó de absorber algunas de sus tesis. El tan importante para el catolicismo San Agustín, fue un antiguo maniqueo.Y una de las tesis consevadas del 'enemigo' fue el entender el pecado como error que puede ser redimido tras la confesión. Algo luego criticado y motivo de separación de cristianos reformistas en el siglo XVI y posteriores. Los protetantes aún hoy no poseen el ritual de la confesión. Pero la idea prostentante es que el error-pecado debe de ser enmendado con la buena acción personal; los reformistas, sobre todo los puritano-calvinistas, siempre entienden la relación Dios-hombre como una relación individual, jamás admiten algún tipo de mediación. La 'predestinación' calvinista va por ahí: Dios ya sabe quién está condenado de antemano, pero guarda silencio. Max Weber, llega incluso a afirmar en su libro sobre el protestantismo y el nacimiento del capitalismo, que la revoluciones industriales capitalistas se dieron en países protestantes precisamente por esa idea: el capitalista estaba obsesionado con acumular riquezas y prestigio para contentar a su dios 'personal'. Los judíos en cambio heredan la idea de error del mundo clásico, de la tragedia griega incluso: si el error no es corregido con alguna compensación que no tiene que ser necesariamente sólo penitencia y arrepentimiento, no se soluciona, incluso genera nuevos errores y mayores penalidades. Por ello esa obsesión con el cumplimiento de la Ley que etimológicamente significa equilibrio, también en el latín 'Lex'. Reza un pasaje judío: si arrancas un árbol no pierdas el tiempo arrepintiéndote... planta dos.
Este amigo mío que te contaba, y es un tipo de forma de ver el mundo últimamente muy extendida, es de los que piensan que 'el mal está en la naturaleza humana', que la corrupción generalizada por ejemplo es algo insolucionable igual que los comportamientos inmorales, deshonestos. Que si no se alcanza la totalidad, lo cual es imposible al menos en este mundo, es inútil cualquier lucha. No hay por ello matices, o por lo menos matices significativos. Una visión conformista deplorable. Este mismo amigo me dijo: para qué reivindicar la mejora de los transportes públicos en Canarias si nunca van a ser gratis... Ese punto de vista cuasi Cátaro es el que lleva a mucha gente a votar a Berlusconni en Italia, o a Menem en Argentina con el argumento de 'si todos son unos mafiosos (por naturaleza) votaré al mayor mafioso, al más listo. Además este amigo considera que algo así como a una especie de 'Iluminación' se llega a través de la poesía. No es difícil concluir cuales son sus lecturas preferidas: Bauderlaire, Nietszche, Cioran, Heidegger, Mircea Eliade... y otros nihilistas y pensadores, cercanos algunos al fascismo no creo que casualmente, y como no, a la judeofobia. Nuestra constante discusión casi siempre gira entorno en ese tema: si dejamos que el mundo continúe siendo lo que por naturaleza 'es', según él, si no hacemos nada por modificarlo, contribuimos a empeorarlo, y ello desde mi punto de vista además de ser inmoral elude de esa forma nuestra responsabilidad con el mundo. Es otra forma de colaborar con la injusticia no hacer nada contra ella, porque se crea que es por naturaleza inmodificable y que cualquier lucha es inútil pues con ella jamás se alcanzará la justicia total; no sólo es inmoral también es profundamente reaccionario. Además mi amigo y yo no somos especialmente religiosos, pero un día hablamos de religión. Y algo me llamó mucho la atención: este amigo decía que el Dios del Antiguo Testamento era un dios vengativo, caprichoso... Y que el del nuevo, el cristiano, era el superador porque era amor, bla, bla, bla. Igual que los Cátaros. Seguimos hablando del tema y lógicamente descubrí que era judeofóbico del tipo 'yo no soy judeofóbico pero..., como los que dicen yo no soy racista pero.... Abundan los Cátaros, o sea, gente que no asume la imperfección del mundo como recuperable y por ello buscan chivos expiatorios malvados que justifiquen ese mal, chivos expiatorios malvados por naturaleza, los 'Otros', porque 'nosotros' por supuesto somos de 'otro mundo'; la vida está en otro mundo rezaba una máxima del XIX. Porque claro, no se podría hablar de Bien absoluto si no se creyera en el Mal absoluto, y siempre lo bueno parte de mí que sí soy el que piensa de esa forma, de mí y los míos. Que enlaza a su vez con la idea tribal, indigenista, tan de moda; mi tribu es el absoluto bien y lo 'otros' el absoluto mal, al enemigo ni agua. Cuando digo tribal puedo sustituirlo perfectamente por nación, pueblo, etc. Nacional, popular.... Términos confusos y a veces terribles.